¿POR QUÉ HACER LA LIMPIEZA GENERAL?
En primer lugar, debemos tener presente que una buena limpieza en profundidad es beneficioso para la salud y la mente. Percibimos que el espacio donde habitamos está higienizado y sentimos que hemos cumplido con un deber que es claramente necesario.
La limpieza general de la casa supone un proceso que, probablemente, abarque varios días. Se elimina hasta la más mínima mota de polvo y se trata de mover los muebles para quitar toda la suciedad en los rincones más recónditos, del mismo modo que también lavamos sábanas, cortinas, fundas, ropa, limpiar los cojines de exterior, etc.
Si quieres saber cómo hacer la limpieza general de casa, es importante conocer algunas pautas a seguir para que cada paso que demos sea eficaz y se consiga el mejor resultado. Al fin y al cabo, hacer la limpieza en otoño puede ser la mejor solución para preparar la casa de cara al invierno.
1. Una casa limpia ofrece un aspecto impecable. Si te da pereza la limpieza general de la casa, piensa que tu familia y tú sois los que más disfrutaréis del resultado. Es el momento de que todos colaboren, también los niños.
2. El primer paso es organizarse para evitar perder el tiempo. Hay que ordenar el armario de limpieza y revisar qué productos faltan. Si son demasiados y supone mucho gasto, recurre a productos naturales como vinagre, sal y limón o el bicarbonato de sodio para limpiar. Busca en internet trucos de limpieza con ellos. Aprovecha para ver si los trapos, fregonas, bayetas, cepillos, escobas, guantes, bolsa del aspirador… que has estado usando ya están para tirar y compra nuevos. Para reducir los viajes a la cocina buscando el producto de limpieza que necesitas y has olvidado, llévate todos los que necesites desde el principio a la habitación que vas a limpiar; puedes utilizar por ejemplo, una palangana grande o un cubo para transportarlos.
3. Haz una lista detallada de todas las tareas, habitación por habitación, y ve señalando los objetivos cumplidos. Importante: marca un plazo de tiempo para realizarlas, pero que sea razonable y realista. Ten en cuenta que las zonas que no se limpian a diario o con frecuencia son las que estarán más sucias. Siempre viene bien tener una guía para limpiar el polvo.
4. Deshazte de los trastos y cosas en desuso. Seguro que hay todo tipo de cosas, y en todas las habitaciones de la casa, que ya no usas. Separa lo que sí puede ser útil para otros y dónalo.
5. Limpia de todas las estancias de la casa. Como dicen los expertos, siempre de arriba a abajo, desde techo, paredes y muebles a suelo, y así ahorrarás tiempo. Telarañas en el techo, polvo en las pantallas de las lámparas por dentro y por fuera, bombillas, focos empotrados, ventiladores y más polvo aún en las librerías. Sin olvidar zócalos, rodapiés, esquinas y algunos rincones de difícil acceso, como los altillos de los armarios, detrás de los radiadores y debajo de las camas. En general, hay objetos cotidianos que siempre te olvidas de limpiar y que necesitan un buen repaso.
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