Precalentar el horno a 180º C y preparar una bandeja que pueda recoger bien los jugos sin salirse. No queremos amontonar las fresas. Se puede cubrir con papel de horno o de aluminio.
Lavar la fruta, cortar los rabitos y secar con suavidad. Cortar en cuartos o mitades longitudinales, dependiendo del tamaño. Disponer en un recipiente.
Aparte mezclar bien todos los demás ingredientes y echar sobre las fresas. Remover con suavidad y volcar las fresas sobre la bandeja en una sola capa, agregando los jugos que hayan quedado en el cuenco.
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